Apenas un día antes de que entrara en vigor la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones de México y Canadá hacia Estados Unidos y cuando los mercados financieros anticipaban una fuerte caída del peso y de las bolsas de valores, hubo una llamada de última hora entre la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y de Estados Unidos, Donald Trump, donde acordaron pausar un mes su aplicación. La “pausa” tuvo como base tres premisas: México enviaría 10 mil elementos de la Guardia Nacional a su frontera norte para contener el flujo de drogas, armas y de trabajadores migrantes; Estados Unidos tomaría medidas para evitar el tráfico de armas hacia los grupos criminales; y se crearía un Grupo de Trabajo para verificar el cumplimiento de los acuerdos.
Este compromiso se extendió a Canadá, pero no a China que sigue bajo la amenaza de la imposición de un 10% de aranceles hacia sus exportaciones hacia los EEUU a partir del lunes 10 de febrero. China ha respondido con replicar medidas similares y demandar a EEUU, por violar acuerdos comerciales, ante la Organización Mundial de Comercio. Mientras tanto, las bravuconadas intervencionistas y expansionistas de Donald Tump se han recrudecido en contra de países europeos, América Latina y el Caribe y ahora, de manera por demás indignante, amenazando con invadir la franja de Gaza y expulsar al pueblo palestino de su propio territorio.
Hasta ahora, ninguna de las otras grandes potencias imperialistas se ha atrevido a desafiar la locura de Donald Trump, tímidamente han anunciado su disposición a negociar, diversificar sus relaciones comerciales y tomar distancia sobre la amenaza a Palestina. No es para menos, vivimos un delicado equilibrio de fuerzas que puede romperse en cualquier momento con consecuencias impredecibles.
En este contexto, es de reconocer la firmeza del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y de México, Claudia Sheinbaum, que se han plantado ante Trump, aunque con diferentes matices. Claudia Sheinbaum ha sido firme y digna en denunciar la hipocresía de Donald Trump, sobre el tema de las drogas, la venta de armas a grupos criminales y sobre la aplicación de aranceles, pero ha tenido que ceder en el tema migratorio. La migración es producto del saqueo que han ejercido los países imperialistas, incluido Estados Unidos, sobre los países del sur global y también producto de diversos tipos de violencia. Por nuestra parte, seguimos reivindicando que ningún ser humano es ilegal y que la Guardia Nacional no debe convertirse en agencia migratoria de los Estados Unidos.
El paso atrás de Donald Trump, en la aplicación de aranceles, no solo se debe a la habilidad diplomática de Claudia Sheinbaum, existen otras razones: las graves consecuencias inflacionarias y financieras; el surgimiento de un proceso de auto organización de los pueblos de Canadá y México que iniciaron una intensa campaña en redes sociales para boicotear los productos hechos en EEUU; y la movilización de decenas de miles de trabajadores migrantes en diversas ciudades estadounidenses.
Es evidente que Donald Trump, como lo anunciamos en nuestra anterior Declaración, insistirá en aprovechar este compás de espera para imponer una renegociación ventajosa del Tratado de Libre Comercio entre los tres países de Norteamérica. Claudia Sheinbaum no solo debe ser firme en defender los tres puntos esenciales de su Plan México -aumentar el contenido nacional y regional de los productos hechos en México, sustitución de importaciones, retomar el programa Hecho en México-, sino también demandar mayor transferencia de tecnología, participación del gobierno mexicano en el capital accionario de las empresas que inviertan en nuestro país, una retribución por la utilización de la infraestructura de los nuevos polos de desarrollo y salarios dignos para sus trabajadores.
Estos objetivos serán imposibles de alcanzar si no existe un cambio en la correlación de fuerzas a nivel mundial. Por ello insistimos en la necesidad de crear un frente de países progresistas de América Latina y el Caribe que, con una propuesta alternativa de desarrollo regional y de su relación con EEUU, le planten cara al bravucón. Al mismo tiempo que impulsemos masivas movilizaciones populares, cobijadas por una amplia coalición de fuerzas antifascistas y antimperialistas.
El tiempo apremia.
Ciudad de México a 6 de febrero de 2025
¡La ofensiva del fascismo y la ultraderecha, sólo serán derrotadas con la movilización popular internacional!
MOVIMIENTO SOCIALISTA DEL PODER POPULAR
Estoy de acuerdo solo con la movilización popular internacional y la toma de conciencia de todos los seres que poblamos el mundo ,utilizando todos los recursos que tengamos en nuestro poder,daremos marcha atrás a esta política fascista del gobierno de Trump ,que se ha quitado la máscara de Hipócrita en cuanto al trato de las relaciones entre los países de América latina ,europa y de todo el mundo y muestra su actitud de buitre como buen capitalista y decidido a robar a todos los países del mundo.