La sociedad actual no puede funcionar sin la clase trabajadora. No existe ningún proceso de producción o servicio sin el trabajo físico e intelectual de millones de personas asalariadas.
Los avances técnicos y digitales de las últimas décadas han aumentado exponencialmente la productividad del trabajo. Lo que hoy se produce en una hora es muchísimo más que lo que se producía el siglo pasado durante el mismo tiempo, sin embargo, la jornada sigue siendo la misma e, incluso, se ha extendido informalmente. Es innecesario mantener jornadas laborales extenuantes.
La clase trabajadora merece más tiempo libre. Por eso apoyamos la iniciativa de reformar el artículo 123 constitucional para reducir el horario laboral de 48 a 40 horas semanales, que en los hechos implicaría que todas y todos gocemos de dos días de descanso a la semana.
¡POR LAS 40 HORAS!
La jornada laboral legal en México es de 8 horas diarias durante 6 días a la semana, o sea, 48 horas semanales. Esta jornada es producto de las luchas obreras del siglo XX y en nuestro país se estableció en la Constitución redactada tras la Revolución Mexicana.
Pero muchas cosas han cambiado desde entonces. Producimos más pero trabajamos la misma cantidad de tiempo, incrementándose la explotación laboral. La OIT y la OMS reconocen que, a nivel mundial, 1.9 millones de personas se enferman por las jornadas extensas de trabajo. Según el IMSS, el 75% de la población trabajadora mexicana padece estrés y desgaste por cuestiones laborales. La OCDE ha dado a conocer que México tiene la clase trabajadora que más tiempo pasa trabajando, mientras la repartición de las ganancias es de las menos equitativas.
La reforma no solo traerá ventajas de salud y productividad, sino que nos dará más tiempo libre para poder organizarnos y conquistar más derechos sociales.
LOS EXPLOTADORES SE OPONEN
La patronal dice que la reforma provocaría un desequilibrio financiero de las empresas y que ahuyentaría la inversión extranjera. ¡Esto es falso! La realidad es que se oponen porque dejarían de ganar enormes cantidades de dinero fácil producto de la sobreexplotación laboral.
Es indignante como los dirigentes sindicales charros, como Pedro Haces de la CATEM, se ponen del lado de la patronal cuando deberían de defender los derechos de las y los trabajadores. Estos sindicatos corruptos, junto con las cámaras y consejos empresariales y los partidos políticos de derecha no han dejado de presionar para frenar la reforma.
EN EL MSP APOYAMOS LA REDUCCIÓN DE LA JORNADA LABORAL
La reducción de la jornada laboral beneficia la salud, el bienestar, el tiempo vital, la organización y la productividad de la clase trabajadora. Oponerse a ella va en contra de los derechos básicos de cualquier ser humano.
Dado que se trata de algo urgente y necesario para la enorme mayoría de la población, estamos en contra de aplazar su aprobación con el argumento de que “hay que escuchar a los empresarios y llegar a un acuerdo con ellos”. ¡La patronal ya ha expresado su opinión contraria y está haciendo todo lo posible para que la reforma sea desechada! Es hora de escuchar a quienes movemos a México y producimos la riqueza: las y los trabajadores.
Desde el Movimiento Socialista del Poder Popular, exigimos a la presidenta Claudia Sheinbaum y al Congreso de la Unión la aprobación de la reducción de la jornada laboral. Nos comprometemos a impulsar la reforma y convocamos a sindicatos, organizaciones y colectivos a difundir esta iniciativa, manifestarnos y organizarnos para conseguirlo.
¡LA VIDA DE LAS Y LOS TRABAJADORES VALE MÁS QUE LAS GANANCIAS MILLONARIAS DE UNOS POCOS!
¡40 HORAS YA!